A diferencia de un proceso de Coaching convencional (donde siempre se pone el foco en la consecución de un objetivo), un proceso de Coaching de Desarrollo Personal se centra en la mejora de competencias personales como: autoestima, asertividad, resiliencia, comunicación interpersonal, inteligencia emocional, empatía y la marca personal. Se trata de un proceso para aquellos que quieren hacer aflorar lo mejor de sí mismos.
Expondremos algunos ejemplos: